958 45 90 01A la hora de emprender una mudanza, siempre consideramos qué nos debemos llevar y de qué podemos prescindir. Son muchas las cosas que acabamos dejando atrás por no ir cargados o por no acumular demasiadas cosas, entre estas cosas los alimentos son algo que muchas personas acaba dejando atrás o directamente tirándolos a la basura, sean alimentos perecederos o no perecederos. Por eso hoy, y debido a la experiencia de Grupo Cariño, queremos daros una serie de consejos para poder llevaros con vosotros la comida que ya tengáis en casa. Además de esta manera, podrás identificar en qué caja guardas la comida y trasladarla por ti mismo sin esperar a que se transporte con todo el conjunto de la mudanza.
Lo primero que tenéis que tener en cuenta es que los líquidos suelen ser peligrosos en los traslados y mudanzas. Lo son por un motivo lógico, si se derraman pueden dañar otros enseres de nuestra mudanza. Por lo que a la hora de transportar líquidos hemos de valorar si debemos o no dejarlos atrás, por ejemplo, si se trata de latas, el riesgo es mucho menor que si se trata de botellas de cristal.
Otro de las cuestiones que hemos de tener en mente es el tema de la temperatura de los alimentos. Una recomendación que se ha de seguir es que se tiren o se intenten consumir con antelación aquellos alimentos que necesiten una temperatura concreta, ya sea en el frigorífico o en el congelador, porque durante el transcurso de la mudanza estos alimentos sufrirán cambios de temperatura muy lejos de ser una temperatura estable.
En el caso del resto de alimentos, ya sean conservas, pasta, cereales o cualquier alimento que se encuentre envasado, habremos de valorar sus características. En el caso de la pasta y los cereales y arroces, podemos directamente transportarlos con los tarros o recipientes en los que los solíamos tener en la antigua casa. En lo que se refiere a las latas y conservas, deberemos asegurarnos de que estas se encuentran en buenas condiciones y no están caducadas y podremos trasladarlas sin ningún problema.
