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Como sabes, una mudanza es un cambio de vida. Ya sea que te mudes de casa, o de oficina, el cambio es importante y esto, unido a todos los pasos que hay que preparar para el traslado, puede hacer que el estrés y el cansancio te acaben enfermando.
En Mudanzas Cariño sabemos que esto no es lo mejor y, de hecho, quienes nos han contratado para hacer su mudanza saben que ha sido mucho más fácil que encargarse ellos mismos. Pero, una pregunta que tienes en mente cuando has decidido el traslado es: ¿cuándo hacerlo?
Nos vamos de mudanza… ¿cuándo?
Cada persona es diferente y por tanto, el tiempo en que se debe realizar una mudanza cambia según los compromisos de esa persona. Por ejemplo, hay quienes trabajan en verano y, en invierno, no lo hacen, por lo que su mejor época para una mudanza sería el invierno. Y otros que son al contrario.
En general, deberías dejar la mudanza en vacaciones, puentes o festivos porque tendrás suficiente tiempo para centrarte en el traslado de tus enseres (y en volver a colocarlos en tu nuevo hogar u oficina). Eso sí, debes planearlo con tiempo porque siempre va a haber imprevistos que puedan estresarte mucho más. ¿Nuestra recomendación? Que la fijes al menos con dos meses de antelación.
Si además lo haces con una empresa de mudanzas, como Mudanzas Cariño, podrías llevarla a cabo en el mismo día por lo que no perderías tiempo en transportar todo lo que tienes al nuevo domicilio y lo ahorras para poner orden en ese lugar.
En conclusión, el momento exacto para realizar una mudanza sólo lo vas a saber tú. Piensa en todos los factores que influyen en la familia: colegio, vacaciones, épocas de más trabajo, necesidades personales, etc.; y marca un día. Salvo que tengas que mudarte en un tiempo corto, podrás planearla con más calma y, sobre todo, con buenos profesionales que te ayudarán a que no te genere problemas.
