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Los expertos en la carrocería de los coches y aquellos que nos dedicamos al ámbito de la chapa y pintura, hemos oído muchas leyendas urbanas sobre los túneles de lavado. Por eso, desde Grupo Cariño, queremos daros algunas indicaciones a la hora de crearos una opinión propia acerca de los túneles de lavado, opinión que se podrá modificar con la experiencia propia.
Como sabéis, para conservar la carrocería de nuestro coche en buen estado, debemos preocuparnos de que esta esté cuidada y limpia. De esta manera, recomendamos que se lave con cierta frecuencia, para evitar que determinadas sustancias nocivas que puede haber en el ambiente y se hayan adherido a la pintura, la desgasten y terminen dañándola en exceso. De esta manera, los túneles de lavado son buenos aliados cuando no tenemos tiempo suficiente para lavar nuestro automóvil de otra manera.
Ahora bien, el túnel de lavado no puede ser nuestra primera opción, es decir, utilizarlos esporádicamente no tiene graves consecuencias, pero sí hacerlo de manera continuada. Los rodillos propios de los túneles de lavado pueden crear pequeños arañazos y dañar incluso el brillo del coche.
Además, en los túneles de lavado debemos tener cuidado con los elementos externos de nuestro coche, como antenas o espejos retrovisores, porque este tipo de túneles, aunque se adaptan a la forma del coche, a veces hacen demasiada incidencia en determinados elementos que sobresalgan.
De esta manera, podemos optar por el lavado de nuestro coche en la gasolinera, pero ería más oportuno hacerlo con las populares pistolas a presión que con los túneles de lavado. Si tu coche tiene la carrocería oscura (negra o azul marino) es incluso mejor que ni tan si quiera contemples el túnel de lavado como una opción porque te evitarás más de un disgusto.
Consultar a los expertos en el mantenimiento de la carrocería y por tanto de la chapa y pintura de los automóviles no es ninguna locura a la hora de conocer los mejores trucos para conservar la carrocería de nuestro coche como el primer día.
