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Hoy os traemos una parte muy importante en las mudanzas, la fecha límite. Cuando hacemos la mudanza en la misma ciudad suele darse la situación en la que estemos casi viviendo en las dos casas a la vez, en la que dejamos y en la que entramos a vivir. En muchas ocasiones esto resulta caótico e incluso agotador, por eso desde Grupo Cariño os recomendamos que os marquéis una fecha tope para realizar la mudanza definitiva.
Los ingleses denominan al momento de la fecha límite “deadline”, traducido de manera literal “línea de muerte”, aunque su significado real sea el mismo que en nuestro idioma, el de fecha límite o fecha de vencimiento. Pero si tomamos en cuenta este simpático término de “deadline” en nuestra mudanza, quizás consigamos una motivación extra para conseguir un éxito sin complicaciones al entrar a vivir en nuestra nueva casa.
Una fecha límite puede significar una mejor planificación
Piensa que si tienes una fecha límite, puedes planificarte mejor. Marcando tu mismo cuándo quieres que la odisea de la mudanza termine, también podrás administrarte mejor el tiempo y priorizar ciertas tareas de tu mudanza. Así será más sencillo pedir permisos en el trabajo o coordinar a todo el mundo que pueda ayudarte avisando a amigos y familiares con una fecha exacta. Además teniendo en mente esta fecha seguro que cada cosa que hagas para poder vivir en tu nuevo hogar te renueve la ilusión, porque sabrás de manera cierta cuando podrás disfrutar de tus nuevas comodidades.
Contando con un día concreto de partida y de entrada, también podrás ajustar todos los trámites burocráticos, es decir, podrás prever la baja en ciertas facturas así como el alta en otras y los posibles gastos que esto conlleve.
Las ventajas de tener una fecha límite son muchas, tanto a nivel práctico como a nivel mental. Por ejemplo, tu adaptación y la de tu familia serán más sencilla, ya que el proceso psicológico de dejar un lugar y empezar en otro nuevo será menos agresivo si de antemano conoces cuándo ocurrirá ese cambio.
