Este invierno ha llegado con fuerza a nuestro país y a Granada. Por eso, siendo en Grupo Cariño especialistas en el cuidado del automóvil, hemos querido contaros cómo puede afectar el frío o las heladas a vuestros automóviles, porque los conductores suelen pensar que el frío no tiene por qué crear problemas en la mecánica del coche, pero sin embargo algunos peligros pueden aparecer cuando las temperaturas son realmente bajas.
Problemas con los neumáticos
Debido a las bajas temperaturas, los neumáticos pueden perder presión. De esta manera, es importante que periódicamente se revise la presión de las ruedas o bien, que se intenten utilizar neumáticos de invierno cuando el frío hace su aparición durante los inviernos. El hecho de que la presión de las ruedas no sea la adecuada, puede llegar a ser un problema en la seguridad del coche, pero también puede provocar un desgaste innecesario en los neumáticos.
Baterías descargadas
El frío puede afectar la capacidad de la batería del coche y por tanto dificultar el proceso de arranque. A partir de los cero grados las baterías pueden reducir su potencia, y si la temperatura cae por debajo de los diez grados bajo cero esta tendrá la potencia de su batería reducida prácticamente a la mitad. Una visita al taller en este caso, será casi inevitable.
Frenos menos eficaces
Con el frío también debemos revisar nuestros frenos, porque la distancia para que el frenado sea eficaz puede verse aumentada. El sistema de frenos se verá resentido con el freno, por lo que tenemos que tener en mente también una posible visita al taller cuando nuestro coche tenga que enfrentarse a largas noches a la intemperie.
Líquidos congelados
Los líquidos del coche pueden ver su estado normal alterado, porque con el frío estos pueden congelarse o al menos enfriarse de manera anormal. En algunos coches podrá aparecer una luz de aviso de que el nivel de aceite o de otros líquidos no es el normal, pero sin embargo solo se tratará de una cuestión relacionada con el frío.